Personas + Procesos = Resultados

Lo que importa en esta ecuación son los resultados. Las otras dos variables pueden y deben cambiarse las veces que sean necesarias para lograr el objetivo deseado.

Las empresas no pueden perder el enfoque y enamorarse del proceso ni mucho menos obsesionarse con ellos. Asimismo, se debe comprender que las personas tienen que mejorar dichos procesos para alcanzar los resultados.

Los líderes de las compañías son los responsables de establecer los objetivos. Se parte con una misión de vida. Tener la visión grande, la del futuro. Establecer los objetivos de mediano y corto plazo. Crear un plan de vida. Armar las estrategias. Organizar a los equipos. Con esa primera parte, esencial, desarrollar procesos, metodologías, sistemas, y automatización para lograr los resultados. Aquí, la cultura organizacional es lo más importante.

Un equipo unido trabaja mejor. La inteligencia colectiva siempre le ganará a la individual. Los equipos deben complementarse para avanzar más lejos y seguro. Las personas piensan. Son creativas. Son los que tienen la capacidad de imaginar un futuro. Las que tienen que tener sentido común, conectar ideas, y tener interacción social. Por otro lado, los procesos son mecánicos. Son los pasos a seguir de manera sistemática para alcanzar eficiencias. Algún día, la inteligencia artificial nos ayudará a optimizarlos.

Pero, siempre serán las personas (adecuadas), las más importantes desde el punto de vista creativo. Y, es la creatividad, la que nos tiene hasta el punto donde ha llegado el ser humano. No hay que confundirse. En la ecuación, la variable más importante, es el resultado. No es el proceso, tampoco las personas.

Guillermo Jouvin Arosemena