Tradicionalmente nos han enseñado a pensar de forma lógica para resolver problemas. Sin embargo, las mejores soluciones son las logradas de manera creativa; con el pensamiento lateral.
Esta teoría la aprendí en la universidad con la frase repetitiva: “Think Outside the Box”. Era un término que se refería a que no toda solución estaba dentro de los parámetros prácticos que uno conoce.
No se debe dejar de lado el pensamiento crítico, lineal o analítico. Este sigue siendo muy importante para comprender una situación en particular, en donde, una serie de hechos o sucesos determinan una problemática y eventual respuesta. El pensamiento lateral, en cambio, parte de una interrogante para generar una serie de ideas. Y de esta manera se logran soluciones disruptivas que pueden provocar un cambio.
Por ejemplo:
Trata de unir estos 9 puntos con cuatro líneas rectas; luego con tres líneas rectas; y, finalmente con una línea.
Este ejercicio elemental podría ser muy complejo si te sujetas a tus creencias o limitaciones propias.
Lo mismo nos sucede en nuestros negocios. El enfoque que le damos a los problemas normalmente está limitado a lo que creemos o suponemos. Aunque todo problema tiene una perspectiva diferente con la cual se puede resolver fácilmente. Debemos ser creativos y salirnos del pensamiento ortodoxo del que hemos estado acostumbrados desde siempre.
Les recomiendo leer un poco más sobre esta teoría para aplicarla. Comienza con juegos básicos, luego aplícalo a la vida cotidiana, para luego resolver temas más profundos. Les aseguro que lo lograrán y disfrutarán mucho del proceso. Comenzarán a ver los problemas como algo divertido a enfrentar. Un reto que ustedes sabrán que si son lo suficientemente creativos lo lograrán superar. Y si no encuentran soluciones, es porque siguen encasillados en sus creencias. Abran la mente y ahí estará.
Comments