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Foto del escritorGuillermo Jouvin

Alquimia de los Bienes Raíces




El ser humano es complejo e irracional por excelencia. Las emociones, percepciones y sensaciones pueden alterar el resultado de cualquier acción que seamos capaces de realizar. La inconsciencia colectiva es una teoría de que todo está en el universo y que una vez que lo captamos, debemos canalizarlo y transmitirlo. La subconsciencia es la teoría de que tenemos impregnado en nuestro ADN o instintos muchas de las experiencias que vienen de la supervivencia de nuestros antepasados y de las propias que no recordamos conscientemente.


Y finalmente, tenemos la teoría de la consciencia en la cual tenemos la capacidad de crear, analizar, interpretar lo que sucede a nuestro alrededor para tomar decisiones y acciones cada día de nuestra vida. 


La alquimia es la ciencia que combina la filosofía, física, química, simbología, misticismo y espiritualidad para comprender nuestro universo. Combinando varios elementos podemos llegar a reflexionar sobre lo que el ser humano busca y conducirlo a la toma de decisiones. Ya sea en el campo financiero, humano, material, y por supuesto, en los bienes raíces. 


Los bienes raíces son una combinación de visión, creatividad, arte, física, química, percepción, estética, naturaleza, espiritualidad y necesidades que requieren ser consideradas en la infraestructura que se desarrolle. Se pretende cubrir varios aspectos de la vida del ser humano para transformarlas a una mejor realidad. 


Con esta práctica se busca, primero que nada, entender las necesidades de las personas. Se parte de un propósito fundamental de vida que busca ayudar al prójimo. Se busca cubrir las necesidades más básicas como protección, seguridad y cobertura. Se intenta crear valor agregado a una inversión que pretende una utilidad, margen o ganancia. Se busca confort por medio de la estética y elegancia; independientemente al nivel social y especificaciones técnicas utilizadas. Se intenta integrar socialmente a un grupo de personas de igual o diferentes culturas, razas, géneros o edades. Se busca un funcionamiento urbano que cubra varios aspectos de nuestras vidas. Se pretende generar un entorno con buena energía y vibras positivas. 


Luego de estudiada la parte social, cultural, religiosa, mística e impredecible del ser humano, entra la parte esotérica de la creatividad que un diseñador, arquitecto, ingeniero o simplemente un soñador son capaces de imaginar. Se integran disciplinas como las matemáticas, geometría, geología, energía, geografía, física y química, entre muchas derivaciones de cada ciencia para llevar a cabo el diseño que haga posible una edificación y su infraestructura. Se requiere de la integración de personas, equipo y maquinaria para ejecutar estos planes e ideas. Se necesita de la logística y coordinación entre distintas dependencias, servicios, sistemas y metodologías para cumplir dentro de un espacio de tiempo, costos y calidades, las ofertas y especificaciones presentadas al mercado; las personas que buscan adquirir estas propiedades. 


Finalmente se debe tomar en cuenta las finanzas. Esa ciencia que crea valor en función de la confianza que dependen del tiempo y esperanza de que otro va a cumplir una promesa; y, que el instrumento de intercambio de productos y servicios vaya a conservar su valor. Y que sea de fácil transaccionalidad. 


Toda esta elaboración tan compleja, pero necesaria, se realiza en esta actividad inmobiliaria que ha transformado nuestras vidas. Simplemente hemos evolucionado usando nuestro cerebro para pensar, comunicar, confiar y visualizar un futuro que no existe aún. Podemos predecir un resultado con tan solo imaginarlo. Y que una acción puede generar una reacción. Y que la misma reacción podrá producir una nueva acción. En un interminable suceso que se adapta diariamente creando tendencias. 


A esto es lo que llamo la Alquimia de los Bienes Raíces. Una ciencia que integra varias disciplinas. Con los valores morales correctos, la filosofía de aportar a la sociedad, la motivación de querer superarse, la disciplina de llevarlo a cabo, la formación educativa continua que nos permite mejorar, la cultura organizacional adecuada y los procesos correctos, podemos descubrir que somos capaces de marcar una diferencia. 


Por esta razón parto de un principio básico en mi vida. Un propósito de mejorar la calidad de vida de las personas. He desarrollado un plan de vida que me permite crear estrategias para realizar mi actividad en ejes sociales, empresariales y de sostenibilidad. He creado la propuesta de valor Architectural Engineering para ejecutar mis proyectos. Y trato de desarrollar la capacidad de la resiliencia y adaptación para mantenerme activo en este mundo cambiante e impredecible.  


En otras palabras, la Alquimia de los Bienes Raíces. 




Guillermo Jouvin Arosemena 


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